16 abr 2011

El poder del silencio


¿Permites el silencio en las conversaciones? ¿Qué pasaría si lo hicieses? Vivimos en una sociedad de ruido constante. La publicidad, la televisión o el cine nos invaden con imágenes y sonidos a toda velocidad sin dar tiempo a la quietud.

En las conversaciones estamos copiando el modelo. En el mejor de los casos, me espero a que tu calles para poder continuar hablando yo, como si de una película se tratase, empalmamos una conversación con otra. Evitamos el silencio.

El mejor indicador para saber que estás teniendo una auténtica escucha con el otro es el silencio. Él acaba su argumento y tu no sabes, no tienes qué decir, has estado tan concentrado escuchando que necesitas un tiempo, unos segundos, unos minutos hasta poder hablar. Cuando ocurre eso es fantástico, eso nos indica que estamos en la escucha real.

¿Temes este tipo de silencios? ¿Te hacen sentir incómodo? ¿Qué temes de ellos? ¿Qué te incomoda? ¿Qué pasaría si te quitases de encima el peso de tener que seguir la conversación? Te propongo que la próxima vez “sólo” escuches, quitate el peso de todo, escucha y punto... verás que se despierta en ti otra mirada.

Como dice Osho, “tanto como tu silencio crece, tu amabilidad y amor crecen; tu vida se transforma en una danza de momento a momento, en un regocijo, en una celebración”.

Te propongo, que como apunta Ekhart Tolle en “El Poder del Ahora”, “en la próxima conversación tomes conciencia de los pequeños silencios entre las frases, entre las palabras, entre que habla uno y habla el siguiente, y lo aproveches no sólo para mejorar tu comunicación y tu capacidad de escucha, sinó también para que sientas como concentrandote en el silencio, la quietud crece en tu interior, ya que no puedes prestar atención al silencio sin aquietarte interiormente. Silencio por fuera, quietud por dentro”.